Los mejores rituales de Día de Muertos los podemos conocer a través de nuestros viajes por varios rincones de México, donde las historias más escalofriantes cobran vida, entre escenarios majestuosos llenos de enigmas, misterios o secretos que incluso se resguardan desde tiempos ancestrales, a través de las personas, sus usos y costumbres.
La leyenda del Mictlán es una de las historias más fascinantes dentro de la cosmogonía mexicana, donde podemos conocer de cerca, el maravilloso mundo de los muertos, quienes llegan hasta ese destino, tras cruzar una serie de espacios y pruebas donde el alma del difunto, será desafiada, un maravilloso modo de ver la muerte, al que podemos acercarnos al conocer este relato.
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¿Cuál es la leyenda del Mictlán?
La palabra Mictlán significa “lugar de los muertos", un sitio al que nuestros antepasados creían que llegaban las almas de las personas fallecidas, un sitio respetado y venerado por los habitantes de la cultura mexica, quienes adoraban a la muerte y le rendían una especie de culto, para que sus seres queridos, fueran vengados, con lo que lograrían alcanzar el descanso eterno.
En el Códice Florentino, se dice que este lugar está un espacio en el inframundo al que llegaban todas las ánimas, pero se sabe que estaba dividido en nueve niveles y cada uno de ellos correspondía a las formas en que nuestros seres amados fallecieron. Los mexicas decían que aquel recinto espiritual estaba custodiado por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.
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Ambas deidades eran los dioses de este mundo de la ciudad de los muertos y la regla que tenían para que las almas ingresaran en este lugar, era que debían pasar algunas pruebas u obstáculos para ganarse su lugar en el Mictlán y alcanzar el anhelado “descanso eterno”. Una de las pruebas exigía que los familiares vivos de estos recién llegados, debían brindar su ayuda a las almas a través de rituales y ofrendas para ayudarlos a cruzar y permanecer en este sitio.
¿Cuáles son los niveles del inframundo mexica?
La casa del Xoloitzcuintle y el dios del ocaso es la primera residencia, pero no todos los muertos pueden cruzarla, ya que la leyenda dice que algunos lomitos ayudan a las almas a pasar esta prueba, pero no todos son dignos de hacerlo, pues las personas que en vida maltrataron a los perritos, no podrán pasar de aquí y se quedarán deambulando por las orillas por siempre, una buena razón para no maltratar a estos simpáticos animales.
El siguiente nivel cuenta con dos enormes cerros, que al chocar, se abren y cierran de forma continua, en el que los muertos deberán encontrar el momento exacto para poder pasar sin ser aplastados. El dios que gobierna este nivel es Tepeyolotl, deidad de las montañas y ecos, señor de los jaguares, una imponente figura que debes respetar para poder descansar en paz.
En el tercer nivel encontrarás a Itztlacoliuhqui, dios de la obsidiana y señor del castigo, donde se localiza una muralla con un sendero de obsidiana que desgarra a las almas que intentan cruzarlo. Al final del recorrido, corre un viento poderoso, que tiene como objetivo, que los muertos arrojen todas sus pertenencias e incluso las ropas que llevan puestas.
El cuarto nivel es un área completamente congelada que cuenta con ocho collados de piedras cortantes, en donde en todo momento cae nieve, un lugar habitado por el dios Mictlecayotl, deidad del viento del norte, quien también habita el quinto nivel, donde se encuentra una zona completamente desierta que precede al escenario congelado anterior. Aquí no existe la gravedad y los vientos son intensos, como un tipo de oleaje que resulta difícil de cruzar.
En el sexto espacio se localiza un sendero donde se lanzan saetas o flechas que golpean a los muertos y el reto consiste en salir de aquí, sin ser flechado para no derramar sangre en el resto del camino y poder concluir todo el recorrido. En cuanto al séptimo nivel, este lugar es morada del dios de las montañas, los ecos y los jaguares, Tepeyólotl, donde habitan fieras salvajes que se comen el pecho de los muertos, donde el reto es luchar contra el gran jaguar con sed de comer algún corazón.
Antes del final, deberás cruzar por el octavo nivel, donde hay aguas negras esperando a los muertos, quienes deberán luchar contra ellas y dejar todas sus penas, para poder lograr avanzar y salir de ahí, para encontrarse con el nivel final, donde su alma descansará eternamente, lejos de penas, sin cargas que los impidan regresar nuevamente a penar en el mundo de los vivos.