Hacer un viaje es todo un deleite, especialmente si nos encontramos en un momento de nuestras vidas en que deseamos aprender más sobre cada uno de los rincones que conocemos, pues muchos de estos espacios resguardan historias impresionantes entre sus paredes, ya que han visto pasar por sus áreas, a increíbles personalidades del mundo artístico, personajes políticos, deportistas famosos y a varias personalidades que han trascendido a nivel internacional.
Nuestra capital, es un lugar maravilloso y muy singular que fue ho0gar de grandes personajes, que se paseaban por sus calles y ha sido morada de increíbles personas o figuras públicas, además, es el territorio de residencia de construcciones maravillosas, donde se han dado encuentros importantes para la historia del país, como es el caso de este recinto, que fue un lugar donde se planearon revoluciones y sirvió de inspiración para un Premio Nobel, un enigmático rincón lleno de historias que debes conocer en tu próximo paseo por la CDMX.
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Café La Habana, el lugar más inspirador de la capital
El año 1952 fue una fecha importante para la CDMX, pues fue cuando el Café La Habana abrió sus puertas al público y desde entonces, esta famosa esquina que se conforma por las calles de Morelos y Bucareli de la Colonia Juárez en el centro de la Ciudad de México, fue la sede de importantes reuniones, donde se han dado cita algunas de las personalidades más destacadas de la historia, en las que se confabularon grandes maquinaciones de rebeldía y la creación de algunas otras tantas maravillas del arte.
El Café La Habana, ha sido testigo presencial de eventos trascendentes en la historia universal, pues fue aquí donde se planeó el asalto al Cuartel Moncada, que marcaría el inicio de la Revolución Cubana, teniendo como protagonistas a figuras importantes como el Che Guevara y Fidel Castro, además de ser el sitio que vio nacer al movimiento infrarrealista de la poesía mexicana. Entre estas paredes, el famoso novelista Gabriel García Márquez, dio vida a muchas de las páginas que conformarían a su famosa obra Cien años de soledad y también sirvió como cuartel para los republicanos españoles exiliados.
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Este espacio es un lugar muy emblemático, que ha visto pasar a personalidades trascendentes y además del café, la atmósfera que sentirás al entrar a disfrutar una buena velada con tu pareja, es encantadora, muy acogedora y sorprendente, pues estarás en un lugar donde muchos personajes importantes, creadores de maravillosas obras de arte o de los acontecimientos mundiales más sobresalientes, el sitio preferido por los intelectuales, iconoclastas, humanistas y artistas del mundo, donde se hacían reflexiones importantes sobre el rumbo de la humanidad, para cambiar por completo nuestra forma de ver la historia.
¿Qué personajes han estado en Café La Habana?
Entre las figuras más destacadas del mundo, que se han dado cita en este espacio para probar una deliciosa comida y un rico café entre los murales de tonos cálidos y repletos de fotografías de la antigua Habana, estos muros han sido testigos de la presencia de personalidades como Fidel Castro, quien discutiría con el Che Guevara en la barra del lugar, sobre los detalles del asalto al Cuartel Moncada; Gabriel García Márquez, quien se sentaría muy cerca del reloj de la barra, para terminar su obra Cien años de soledad; Roberto Bolaño y sus colegas mexicanos Mario Santiago Papasquiaro y José Vicente Anaya, fundadores del movimiento poético del infrarrealismo.
El escritor mexicano Octavio Paz, que llegaba hasta este café para concluir su famosa obra Libertad bajo palabra; Renato Leduc, que acudía en compañía de su esposa Leonora Carrington; Elena Poniatowska, con algunos de sus colegas periodistas, que llegaban siempre preparados para dar lo mejor de ellos en sus labores informativas y comprometidos con su tiempo. Desde su fundación y hasta nuestros días, este espacio conserva sus instalaciones con la misma temática y sus platillos con el mismo sabor de siempre, un lugar increíble en el que tú también puedes inspirarte para ser la próxima figura destacada que haya tenido una tarde amena en estas mesas.