DESTINOS MISTERIOSOS

La Cueva del Diablo, el misterioso lugar de Iztapalapa que aseguran es la entrada al infierno

Uno de los lugares con mucho misticismo es La Cueva del Diablo donde se dice que está la entrada al infierno

Imagen Ilustrativa/ Conoce la leyenda de la Cueva del Diablo en Iztapalapa Créditos: Pixabay
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La entrada al infierno o mejor conocida como 'La Cueva del Diablo' es uno de los puntos con mayor misterio en el Cerro de la Estrella, en la alcaldía Iztapalapa. Se trata de un sistema de 200 cavernas que están en Iztapalapa y hasta  la Sierra de Guadalupe, pero según la leyenda muchos entraron ahí para nunca volver a ser vistos ni vivos ni muertos. Hay muchas historias paranormales alrededor de La Cueva del Diablo, donde los más escépticos a su complicada forma de L quedan muy confundidos. 

Hay muchas personas que viven cerca de la cueva, quienes relatan toda clase de vivencias extrañas, desde ruidos extraños, duendes, hay quienes vieron brujas o se dice que la cueva está maldita, etc; sin embargo, ante todo este número de historias hay en su mayoría muchas que dicen que aquellos curiosos que entran a la Cueva del Diablo no vuelven a ser vistos.  

¿Cuál es la leyenda original de 'La Cueva del Diablo'? 

Todo inicia cuando en Iztapalapa había una que otra casita de adobe, en ese entonces vivía un campesino de nombre José, quien tenía 12 hijos, pero cuando nació el hijo número 13 le dijo a su mujer que entraría a la ya bien conocida 'Cueva del Diablo'. El hombre aseguraba que desde hace años se decía que dentro de la cueva había botes llenos de monedas de oro, grandes riquezas, pero su mujer le dijo que solo eran historias y que aquellos que se atrevían a entrar no volvían a salir. 

Sin embargo, José sabía que lo mejor era entrar el Sábado de Gloria, día en que la cueva se abría para tomar las riquezas, aquellas que seguramente fueron dejadas por los revolucionarios, quienes usaban estas formaciones para esconder sus tesoros. El hombre entró a la cueva, vio todos los tesoros, pero en cuestión de minutos la cueva comenzó a cerrarse y a tener un derrumbe, José corrió y alcanzó a salir, pero al intentar regresar a su casa, el pobre hombre no reconocía nada. 

Las casas ya no eran de adobe, los caminos no eran de terracería, al ver su terreno vio que no había nada, así que decidió tocar la casa más cercana al terreno. Ahí salió un anciano quien le dijo que desde hace años ese lugar permanece abandonado, el señor que tenía muchos hijos un día se fue para nunca volver. José quedó sin palabras, ya que al ver que solo pasó unas horas en La Cueva del Diablo en realidad habían pasado 50 años. 

Aunque esta es una leyenda, muchas personas creen las historias alrededor de la cueva, por lo que actualmente se encuentra rodeada por una valla de alambre y así evitar que los curiosos intenten entrar y provocar algún accidente o desaparición.