En el Pacífico occidental existe un país compuesto por unas 300 islas, la mayoría de ellas vírgenes y con paisajes exóticos que roban el aliento. Este archipiélago llamado Palau premia con experiencias únicas a "turistas que no dejan rastro". Fue en 2017 cuando el país implementó un programa que requiere a los visitantes un sello en su pasaporte con el fin de que se comprometan a conservar los atractivos naturales del lugar, así como a minimizar su huella ecológica y a realizar turismo sustentable.
El sello es un compromiso y una promesa para los niños del archipiélago de que "andarán con cuidado" y preservarán y protegerán su hogar". El país estuvo cerrado durante dos años por la crisis sanitaria derivada del Covid-19 y reabrió sus puertas recientemente con este programa llamado "Ol'au Palau" que premia al turismo responsable y que ofrecerá a los viajeros experiencias exclusivas basadas en el cuidado y protección al medio ambiente.
Cuáles son los premios que otorga Palau
Palau es un paraíso ubicado en Micronesia, conformado por 300 islas, la mayoría vírgenes, que alberga una enorme riqueza natural. Ahí, existe un programa que premia a los viajeros que son cuidadosos con el medio ambiente y que se comprometen a minimizar su huella ecológica. El programa que está vigente desde 2017 premia a los viajeros que llevan a cabo prácticas sustentables como el uso de protector solar ecológico que no daña a los arrecifes hasta visitar sitios de importancia histórica y cultural como el Museo Nacional de Belau y Bai, el más antiguo de Micronesia y comer alimentos locales elaborados con ingredientes orgánicos.
Los premios se otorgan mediante puntos que el viajero acumula durante su estancia. Cada vez que realiza una actividad ecológica o asiste a sitios autorizados que están inscritos en el programa, el turista recibe puntos que se acumulan y que sirven para desbloquear experiencias que normalmente están reservadas para los habitantes de Palau. Entre ellas están: nado en cuevas secretas, caminatas por sitios especiales, convivencias con los ancianos sabios, pescar en sitios aislados de la mano de los lugareños o presenciar una ceremonia de primer nacimiento.
Palau, un destino exótico
Gracias a su belleza virgen, Palau cuenta con una enorme diversidad de atractivos para quienes aman los viajes exóticos y las experiencias en la naturaleza, como sus playas de arena blanca enmarcadas por aguas de tonos azul turquesa tan transparentes que en ellas es posible admirar la vida marina a unos pasos de la costa. Ahí la vida es tan abundante y variada que se conoce como el "Serengeti submarino".
Esta país cuenta con el primer Santuario Marino Nacional del mundo en el que habitan 135 especies de tiburones y rayas, además de peces y tortugas por lo que prohíbe la pesca comercial y cualquier tipo de extracción de especies en una zona de 500.000 kilómetros cuadrados de mar. Palau también ofrece nado con mantarrayas en el Canal Alemán dentro de la barrera de arrecifes, buceo, esnórquel y otras actividades acuáticas que no dañan el entorno.