OAXACA TRADICIONAL

Santa Catarina Juquila, el Pueblo Mágico rodeado de montañas, ríos y cascadas

Este pueblo de ambiente apacible y costumbres ancestrales ofrece naturaleza, gastronomía y relajación

Santa Catarina Juquila.El pueblo mágico rodeado de cascadas y montañasCréditos: Turismo Oaxaca
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En medio de un entorno natural en el que abundan montañas, ríos y cascadas está Santa Catarina Juquila, un Pueblo Mágico de Oaxaca famoso por un santuario religioso del mismo nombre y que cada año recibe a miles de peregrinos cada año, sin embargo, es un destino rico en cultura, gastronomía tradicional y  construcciones de estilo colonial de color blanco con techos de teja roja.

Es un poblado de ambiente tranquilo y en donde se pueden vivir y palpar la calidez de sus habitantes y el aroma que emana de sus hornos de leña donde se elabora su pan artesanal, famoso por su sabor, además de lo apacible de sus calles enmarcadas por montañas cubiertas de bosques y paisajes naturales en los que aún es posible ver tejones, aves y otras especies silvestres.

Qué hacer en Santa Catarina Juquila

En la región de la costa, por la carretera que conduce a Puerto Escondido está Santa Catarina Juquila, un pueblo de calles limpias y cielos de distintas tonalidades de azul. Al llegar un suave aroma a pan recién hecho recibe a los viajeros, con sus plazas arboladas y sus artesanos que ofrecen blusas bordas con chaquira, objetos de madera, dulces como jamoncillo, entre otros. 

Una visita obligada ahí es conocer los talleres artesanales y familiares dedicados a tallar la madera donde realizan figuras diferentes como  muñecas y vírgenes de diferentes tamaños y que los devotos comparan para dejarlos en el santuario de Juquila, en agradecimiento a los favores recibidos. El templo realiza celebra su fiesta durante el mes de diciembre.

Santuario de Juquila, Oaxaca. Foto: Vice Oaxaca.

Para los amantes de la naturaleza hay que visitar el Río de la Olla, un balneario natural de frescas aguas rodeado de un escenario de vegetación abundante. Aquí solo se oye el murmullo cuando golpea contra las rocas y los sonidos de las aves que habitan en el lugar. Se trata de un paraíso natural perfecto para disfrutar de un día de calma y armonía. En las partes bajas se puede nadar y relajarse.

En el pueblo también se puede vivir una experiencia gastronómica en diferentes talleres que abren sus puertas para que los viajeros puedan elaborar su propio pan de leña, aprenderás diferentes métodos de elaboración, podrás decorarlo y meterlo al horno para que una vez cocido puedas sacarlo tu mismo y disfrutarlo solo o acompañado de una taza con chocolate, atole de frutas o un café recién hecho.