JOYA ESCONDIDA

Cenote Zaci, la leyenda de amor que rodea al misterioso lugar del Pueblo Mágico de Valladolid

Descubre los secretos que esconde este paraíso natural en el que se puede nadar para admirar la gran variedad de peces multicolores

Cenote Zací.Una leyenda de amor envuelve a este fascinante lugarCréditos: Cenote Zací
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Ubicado a unos metros del centro del Pueblo Mágico de Valladolid, en Yucatán, el Cenote Zací es una impresionante caverna semiabierta de unos 45 metros de diámetro, en el techo o bóveda se aprecian algunas estalactitas formadas hace miles de años, sus aguas tienen tonalidades que van del azul al verde y la profundidad es de 25 a 30 metros en las partes bajas hasta más de 100 metros en las más profundas. Ahí habitan algunas aves, murciélagos, peces, caracoles, entre otras especies.

En este sitio hay un parador con restaurante que sirve platillos tradicionales de Yucatán y ofrece algunas muestras de bailes folklóricos del estado. También organizan recorridos en los alrededores para hacer senderismo, caminatas y avistar aves. En el cenote se puede disfrutar del espectáculo que brinda la luz del sol cuando se cuela entre las copas de los árboles. Aunque este misterioso lugar acoge una leyenda de amor que debes conocer.

Cuál es la leyenda de amor del Cenote Zací

La leyenda cuenta que Zací era el nombre de la ciudad maya sobre la que se fundó Valladolid en 1543, su nombre significa Gavilán Blanco, ahí se encontraba este cenote, y sobre la bóveda estaba la casa de la hechicera del pueblo. En el pueblo habían  dos familias que se disputaban el poder. El cacique Halach-Huinic (el hombre verdadero) era el que gobernaba en ese tiempo, y tenía un hijo llamado Hul-Kin (rayo de sol), perteneciente a la familia de los cupules.

La nieta de la hechicera se había quedado huérfana al nacer, su nombre era “Sac-Nicte” (flor blanca). Al llegar a la juventud, Hul-Kin y Sac-Nicte se hicieron amigos y más tarde surgió entre ellos un apasionado amor, pero ambos se veían a escondidas. Cuando la hechicera y el cacique se enteraron éste envió a su hijo a un pueblo del sur de la península, donde ya había una alianza entre los gobernantes para casar a Hul-Kin con la princesa de aquel lugar.

Desde su separación, la tristeza invadió el alma de Sac-Nicte. Sus ojos perdieron el brillo de la ilusión y entre llantos le contó a su amada abuela el secreto. Estaba embarazada y no quería vivir más. La abuela, afligida y preocupada le prometió que con la ayuda de los dioses y sus hechizos le traería de vuelta a Hul-Kin. Con el tiempo, Hul-Kin pareció olvidarse de Sac-Nicte por su nuevo amor.

El Cenote Zací es uno de los más bellos de Yucatán.

La hechicera quemaba copal y pedía ayuda a los dioses con todas sus fuerzas todas las noches de luna llena. Hacía sortilegios y suplicaba el regreso de Hul-Kin para devolverle la alegría al corazón de su nieta, quien, por las noches, como parte del ritual, se bañaba desnuda en el cenote. Un día, Sac-Nicte se enteró de que Hul-Kin se casaba. Tomó entonces una terrible decisión y la noche antes de la boda amarró una piedra a su larga cabellera y se arrojó a las aguas del cenote.

En ese momento, Hul-Kin sufrió un fuerte dolor en el pecho y tuvo un presentimiento que lo obligó a regresar a Zací para averiguar qué había ocurrido. Al llegar, encontró a la hechicera llorando enloquecida. Al enterarse de todo, Hul-Kin se arrojó al cenote para morir con su verdadero amor: Sac-Nicte. La hechicera se acercó al borde de la bóveda y, tirando una flor blanca, gritó: “Sac-Nicte, ¡te he cumplido! Te he traído a Hul-Kin, y ¡estará contigo para siempre!”.

Finalmente, en un arranque de ira, la hechicera puso una maldición: cada año, cuando el manto verde del agua se tornara oscuro, el cenote cobraría una vida en sacrificio por ese gran amor prohibido. Todavía existe una pequeña ofrenda dedicada a los amantes en una de las paredes del cenote. En sus aguas se puede nadar y hay quienes se lanzan desde la bóveda para sumergirse en él. Durante la temporada de lluvias hay una pequeña cascada cristalina que cae desde el techo.

Qué hacer en el cenote Zací

Zací es uno de los cenotes a cielo abierto más grandes de la península. Tiene un espejo de agua de 28 metros de diámetro y en sus aguas habitan una gran variedad de peces, además de nadar se puede hacer esnórquel. Este cenote recibe visitantes de todo el mundo los cuales además de disfrutar de su imponente belleza pueden deleitarse con la gastronomía del lugar, en la entrada del sitio hay venta de artesanías yucatecas. Se ubica en la Calle 36, entre 39 y 37 del barrio de Santa Ana, en Valladolid. El costo de entrada es de $30 pesos y está abierto de lunes a domingo de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.