Entre las culturas prehispánicas, los cenotes representaban una conexión con diferentes planos de la existencia, estos lugares sagrados significaban la entrada hacia otros mundos, donde se daba la unión y comunión perfecta con los dioses antiguos donde sus aguas cristalinas representaban el enlace perfecto donde el alma se fusionaba con las dimensiones ajenas a la realidad humana y se ponían en sintonía con el inicio del todo.
De acuerdo a las autoridades federales, la palabra cenote sólo se usa en México para describir a estos lugares, proveniente de la palabra ‘Dzonot’ que significa abismo, y que es perfecto para describir a estos lugares tan indescriptibles que son considerados la unión entre el plano terrenal, además de alimentar bellos cuerpos de agua que corren debajo de la tierra en un espectáculo único, y el mejor ejemplo es este cenote que es catalogado como el más profundo de la tierra.
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El Zacatón en Tamaulipas, el más profundo de la tierra
El Zacatón, mide 335 metros de profundidad, y es un lugar ancestral donde los antiguos conectaban con otros planos de la conciencia y con las deidades y que ha sido catalogado como el cenote más profundo en todo el mundo, un ojo de agua impresionante que se vuelve un espectáculo único para científicos y deportistas, ubicado en el rancho de la Sulfurosa, en el sureste de Tamaulipas, región que se ha convertido en una joya del norte de México y de toda la región.
Se trata de un ojo de agua expuesto al sureste que, de manera subterránea, alimenta impresionantes de 5 cenotes, rodeado de la bella vegetación donde es posible hacer senderismo, así como se testigo del increíble mirador que sobresale en este bello escenario natural y donde también es posible admirar las islas que hacen de este sitio uno de los santuarios naturales nada ingredientes, no sólo del norte de México, sino del país en general.
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¿Dónde se encuentra en Zacatón?
Este impresionante destino de más de 300 metros de profundidad se ubica en el municipio de Aldama, en el sureste de Tamaulipas en el municipio de Aldama, en el sur del estado de Tamaulipas, en el Rancho La Azufrosa, un destino milenario que durante mucho tiempo fue la incógnita de científicos y deportistas al intentar averiguar la profundidad de este gigante subterráneo que es una más de las maravillas imperdibles con las que cuenta México.