En México, el 10 de mayo de 2024, se observaron auroras boreales por primera vez en 165 años. Aunque parezca increíble, este fenómeno volverá a ser visible el 10 y 11 de octubre, aunque no con la misma intensidad que en mayo. Esta información ha sido confirmada por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Esta vez, la tormenta geomagnética que generará las auroras será de categoría G4. El NOAA utiliza el Índice de Tormenta Geomagnética, conocido como G-Scale, donde G5 representa un nivel extremo. La tormenta de mayo fue de categoría G5, lo que permitió que las auroras fueran visibles en latitudes medias y bajas, donde normalmente no se pueden observar. La tormenta G4 que ocurrirá el 10 y 11 de octubre, aunque de menor magnitud, también generará auroras boreales. Sin embargo, estas no serán visibles a simple vista y solo podrán capturarse mediante fotografías de larga exposición.
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¿Qué son las auroras boreales?
¡Prepara tus maletas para una emocionante ESCAPADA a un estado del norte de México! Este 10 y 11 de octubre, tendrás la oportunidad de admirar las auroras boreales a través de fotografías de larga exposición. ¿Sabes cómo se forman las auroras boreales y qué las caracteriza? Aquí te lo explicamos.
Las auroras boreales son el nombre específico que se les da a las auroras polares que ocurren en el hemisferio norte. Vamos por partes: se originan en el sol, que es la mayor fuente de radiación electromagnética de nuestro sistema solar. El sol actúa como una “central eléctrica” que, en su núcleo, genera una gran cantidad de energía. Esta energía se desplaza hacia la superficie, creando corrientes que generan campos magnéticos. ¿Cómo se relaciona esto con los colores que vemos en el cielo?
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Una vez que los campos electromagnéticos alcanzan la superficie del sol, se estiran hasta romperse, liberando así una enorme cantidad de gas caliente compuesto de partículas eléctricamente cargadas, conocido como plasma. Este fenómeno a gran escala se denomina tormenta solar; en este caso, la que ocurrirá el 10 y 11 de octubre será severa.
Cuando toneladas de plasma de la tormenta llegan a la Tierra y chocan con su campo magnético, el plasma se desvía debido a la curvatura de dicho campo y comienza a interactuar con los gases de la atmósfera terrestre. Así, cuando los átomos de la atmósfera regresan a su estado normal tras esta interacción, liberan energía adicional en forma de luz. Es de esta manera que nacen las auroras boreales. Cuanto más intensa es la tormenta, mayor es la alteración en la atmósfera terrestre, lo que produce luces más brillantes y visibles en latitudes alejadas de los polos, donde generalmente se observan. Este es el caso, por ejemplo, de México.