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Historia y naturaleza: Destinos imperdibles en Durango

Un viaje a Durango revela la irresistible identidad de un estado que se debate entre su intrincado pasado y su naturaleza presente.

Durango.Uno de los destinos que deberías conocer en tu próximo viaje
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Durango cuenta una profunda historia que se extiende desde su pasado minero, escondido en las serranías que atraviesan el estado, y los opulentos edificios que se levantan en torno al centro de la ciudad, hasta las leyendas revolucionarias y las hazañas firmadas por Pancho Villa que sobreviven en los museos, las cantinas y las anécdotas que registran con orgullo la seductora memoria duranguense.

Con una población de un millón 832 mil habitantes en 123 mil kilómetros cuadrados, el segundo estado con la menor densidad de población ha sabido conservar el protagonismo de su otro gran atractivo: grandes extensiones de naturaleza inalterada, listas para que cada visitante escriba su propia aventura.

Tradición desértica

Los dos Pueblos Mágicos de Durango preservan la identidad franca del estado.

  • Mapimí en el tiempo: Parte del Camino Real de Tierra Adentro que, desde el siglo XVI, conectó a Santa Fé, Nuevo México, con la Ciudad de México durante el Virreinato, la comunidad desértica de Mapimí, fundada en 1598, conjuga la riqueza colonial de sitios como su Plaza de Armas y el puente de la Ojuela con tesoros naturales como las grutas del Rosario y la Reserva de la Biósfera de Mapimí.
  • Un día en Nombre de Dios: A sólo 50 kilómetros de la ciudad de Durango,  es el punto de partida ideal para explorar la sorprendente cultura gastronómica del estado, que pasa de las delicias del desierto, como la carne seca y los típicos chuales, a los bocados de queso asadero y los tragos de mezcal. Además, la localidad más antigua en el estado, fundada en torno a una misión franciscana, alberga maravillas arquitectónicas como la capilla de San Antonio de Padua.

Imperdibles

Experiencias que no te puedes perder en tu próxima visita a Durango.

  • Horizonte cinematográfico: Un antiguo set de filmación que sirvió de escenario para más de 150 westerns, el Paseo del Viejo Oeste –12 kilómetros al norte de la ciudad– es hoy un parque de diversiones completo con cantinas, paseos a caballo y en carreta, y recreaciones de duelos entre oficiales de la ley y forajidos. Las funciones son los sábados y domingos a las 13:30, 15:30 y 17:30, y cuentan con transportación gratuita desde el centro de la ciudad, media hora antes de cada una.
  • Construir la historia: Dedica un día a caminar la capital del estado y visitar sus edificios históricos, como la Catedral Basílica Menor, erigida en el siglo XVII; el Instituto de Cultura, fundado como un hospital en el XIX, y que hoy alberga al Museo Temático de Cine, el Museo de la Revolución y una sala de arqueología; y el Palacio de Zambrano que, tras servir por más 150 años como sede del gobierno estatal, fue convertido en el Museo Francisco Villa.
  • Aventura natural: En la Sierra Madre Occidental, a medio camino entre la ciudad de Durango y Mazatlán, Mexiquillo es un bosque de árboles gigantescos, arroyos de agua transparente, barrancos monumentales y largas cascadas que terminan la panorámica de un paraíso dinámico venturosamente lejano de cualquier desarrollo urbano.