La Huasteca Potosina es un edén donde aventura y naturaleza se fusionan para brindar una experiencia llena de emoción y adrenalina perfecta para amantes de las actividades al aire libre y las emociones fuertes. El punto de partida para adentrarse en este mundo natural repleto de contrastes y colores es Ciudad Valles, la puerta de entrada a la huasteca, en San Luis Potosí.
Ciudad Valles, se fundó a orillas del río Valles, es una ciudad rodeada de naturaleza, en sus cercanías acoge enormes y cautivantes cascadas inmersas entre la vegetación exuberante, sus habitantes, descendientes de la etnia tenek invitan a los viajeros a una expedición a las cascadas de Micos, Tamasopo y Tamul, en las que se pueden hacer diferentes actividades durante todo el año.
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Cascada de Micos
Esta caída de agua se bautizó con ese nombre por la gran cantidad de monos que habitaban en la selva, actualmente hay muy pocos y es difícil verlos. Micos se forma por el cauce del río El Salto, y acoge siete cascadas de entre 3 y 100 metros de altura, que culminan en una poza azul rodeada de sabinos. Aquí puedes realizar rafting clase II, a lo largo de 3 km y luego descender en kayak por el área de los rápidos. También puedes practicar salto en cascadas, con chaleco salvavidas y brincar desde lo alto de cada una de las caídas de agua. Además podrás pedalear en una bicicleta aérea.
Cascada de Tamasopo
Al oeste de Ciudad Valles está Tamasopo que a su vez posee tres caídas de agua que forman pozas de agua cristalina. En los alrededores se puede acampar y nadar junto a hermosos sauces. A tres km está Puente de Dios, una hermosa poza de aguas color turquesa en la que se puede nadar. También acoge una cueva con un puente de piedra y un pequeño sendero por el que corre el agua y que es de baja profundidad. Aquí se pueden hacer saltos desde lo alto y relajarse mientras se admira el entorno repleto de vegetación.
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Cascada de Tamul
Al sur de Valles está Aquismón, en pleno corazón de la huasteca. Ahí se encuentra la cascada de Tamul, la más grande e impresionante de San Luis Potosí, mide 105 metros de altura y tiene 300 metros de ancho, se forma por el cauce de los ríos Tamasopo y Santa María, los más importantes de la región. Su caída forma un paisaje imponente y en su cauce se puede pasear en lancha o en kayak y hacer pequeños saltos en algunas de las partes bajas. Los más intrépidos pueden hacer rapel y escalada en roca.