El territorio mexicano guarda un gran pasado que se mezcla con lo místico de las culturas prehispánicas y la imponente cultura española que se desarrolló durante la época colonial. Ante esta combinación cultural, comenzaron a realizarse diversas modificaciones en la vida, entre ellas la edificación de grandes haciendas que fungirían como sitios en donde se llevaban a cabo diversas actividades agrícolas o mineras que eran otorgadas a los conquistadores y militares españoles como agradecimiento de sus servicios.
Asimismo, estos enormes complejos coloniales que se caracterizan por albergar grandes extensiones de tierra, diversas habitaciones, así como un magnífico diseño y arquitectura que dejan asombrado a quienes deciden visitar alguna de estas haciendas que se encuentran en distintas partes de la República Mexicana.
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Sin embargo, al paso de los años, estas imponentes edificaciones pasarían a convertirse en atracciones turísticas u hoteles que cada uno reciben a miles de turistas que tienen como propósito conocer su historia o simplemente por el hecho de pasar unos días llenos de tranquilidad y conocer un poco del pasado con el que cuenta México.
Uno de estos increíbles atractivos a los que nos referimos se ubica al oeste del país y es conocida como San Antonio, la hacienda a los pies del volcán de Colima para recorrer en Globo que fue construida hace aproximadamente 200 años con el propósito albergar plantaciones cafeteras.
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Disfruta de unos increíbles días en la Hacienda San Antonio
La Hacienda San Antonio se encuentra ubicada en el estado de Colima, a los pies de un volcán. En cuanto al origen de su construcción, esta fue edificada durante el siglo XIX y funcionaba como una finca en la que se cultivaban y producían café y azúcar. Cuenta con aproximadamente cinco mil hectáreas, donde también se encuentran hermosos jardines que podrás recorrer durante tu visita.
En lo que respecta a su increíble diseño y arquitectura, la hacienda es conocida por sus fachas y paredes de color rosa, así como por estar cubierta de diversas enredaderas. Cuenta con techos en forma de bóvedas, así como con un total de 25 suites que han sido diseñadas individualmente que rescatan toda la esencia colonial, que se puede ver reflejada en los muebles, así como en cada detalle de la decoración. Y cuentan con servicio a la habitación las 24 horas del día.
También cuenta con una alberca donde sus visitantes podrán refrescarse del calor, así como diversos camastros donde tendrán la oportunidad de descansar y relajarse. Además, alberga un hermoso rancho que es conocido como “Rancho Jabalí” en el que se realizan actividades agrícolas, así como la crianza de diversos animales. Esto con el propósito de ofrecer a sus huéspedes ingredientes cien por ciento naturales y que son cultivados en la hacienda.
Asimismo, cuenta con una exquisita oferta gastronómica, que sus huéspedes podrán disfrutar. Su menú consta de increíbles platillos que han sido elaborados con las cosechas que se realizan dentro del huerto de la hacienda que pertenece al Rancho Jabalí, así como solo emplear productos locales para la preparación de los alimentos.