KIOSCO MORISCO

Kiosco Morisco de Santa María la Ribera: ¡Ni regalo de un jeque ni estructura china!

Santa María la Ribera es un barrio mágico con lugares encantadores que puedes conocer en la CDMX y el famoso Kiosco Morisco es uno lugar espectacular en donde tomarás fotos increíbles

Kiosco Morisco.Esta impresionante estructura es un lugar muy instagrameableCréditos: flickr
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Pasear por las calles de la Ciudad de México es una buena opción para vivir momentos agradables, si no cuentas con mucho presupuesto, pues en algunas colonias centrales, puedes encontrar recintos muy espectaculares en donde harás fotografías increíbles y sobre todo, podrás disfrutar de veladas placenteras en compañía de tu pareja o vivir una tarde divertida con tus hijos, pues tendrás la posibilidad de hacer algunas actividades que te ayudan a relajarte, olvidar el estrés cotidiano y gozar momentos únicos que te den recuerdos memorables. 

Un buen lugar para tener esos momentos de calma es Santa María la Ribera, un barrio mágico de la CDMX en donde el tiempo se detendrá, pues es uno de los lugares de la alcaldía Cuauhtémoc, que resguarda muchas tradiciones, ya que es uno de los sitios más antiguos que podrás visitar, cuya fundación data desde el año 1861, para colocarse como una de las colonias más atractivas e importantes dentro de la capital metropolitana, el hogar del famoso Kiosco Morisco, un sitio sorprendente que te maravillará, pues sus atractivos colores llaman la atención de cualquier visitante y aquí conoceremos un poco más sobre su historia. 

La historia detrás del Kiosco Morisco 

Se ubica entre las calles Dr. Alt y Salvador Díaz Mirón, en la Alameda de la famosa colonia de Santa María la Ribera y su historia comienza en 1862, pues fue elaborada por el ingeniero José Ramón Ibarrola, que estudió en la Academia de San Carlos e hizo algunas otras obras importantes en el estado de Michoacán. La vida de esta espectacular construcción es impresionante, pues a tan sólo unos años de su creación, participaría en una exposición para representar a México en Nueva Orleans, en la Exposición Universal de 1884 y 1885. Al ser la primera ocasión en que nuestro país participaba en un evento internacional, el ingeniero creador de esta maravillosa estructura de hierro, tuvo que enfrentar algunas complicaciones

Se localiza en la Alameda de la famosa colonia de Santa María la Ribera/Foto: alcaldiacuauhtemoc

Estos problemas empezaron a surgir debido a que no había fundidoras que realizaran esta estructura en hierro, por lo cual, el dueño de la primera gran acerera de Pittsburg, Andrew Carnegie, le ofreció su ayuda a Ibarrola, para concretar el diseño. Una vez que la estructura se terminó, se llevó hasta Nueva Orleans, después a Chicago y, posteriormente a la Feria de San Luis Missouri, para ser trasladada hasta la Ciudad de México, hasta la Alameda Central, en el Centro Histórico de la capital metropolitana, en donde actualmente se encuentra el famoso Hemiciclo a Juárez, hasta 1910, pues fue trasladada a la Alameda de Santa María la Ribera. 

Durante el tiempo que el Kiosco Morisco estuvo en la Alameda Central, de 1901 a 1910, fue la sede de varios sorteos de la Lotería Nacional, así como de algunas funciones de cine y fue hasta que Porfirio Díaz mandó a poner el Hemiciclo a Juárez, que este bello quiosco cambió su lugar de residencia, hasta el punto en donde se localiza en la actualidad, reinaugurado en septiembre de 1910, con una ceremonia oficial y un baile público. El nombre que recibe esta estructura, se fue adoptando debido a la influencia árabe que predomina en el diseño, conformado por columnas, arcos y cúpula y algunos detalles de sus paredes que pertenecen al estilo mudéjar. 

El famoso estilo del Kiosco Morisco 

El mudéjar es un estilo islámico muy famoso, que prevaleció en España durante la dominación árabe y después de la reconquista en un periodo que comprende entre el siglo VII hasta bien entrado el siglo XV de esta era. La estructura de este kiosco está conformada por patrone sostenidos por 44 pilares externos y 8 internos. Además, el domo está coronado por un águila de bronce que devora una serpiente, como símbolo de nuestro país. En el año de 1972, este kisoco fue nombrado como Monumento Artístico de la Nación por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (ENHA), debido a su sobresaliente esplendor y belleza.