MONTAÑAS

Monte Tláloc, el templo dedicado al Dios de la Lluvia

Monte Tláloc es uno de los sitios más representativos del país, un lugar que no debes perderte si eres amante de los rituales prehispánicos

Monte Tláloc.Un lugar ideal para los amantes del senderismoCréditos: hablemosdevolcanes
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Nuestro bello país es un lugar rico en cultura, gastronomía, paisajes, atractivos naturales, historia y sobre todo, con un increíble pasado prehispánico que ha dejado huella a lo largo de todo el territorio nacional en sus diferentes pueblos y ciudades, espacios que nos ayudan a conocer nuestras raíces y que han encaminado la vida del país en todas sus expresiones.

Los asentamientos prehispánicos que prevalecen en la actualidad como importantes sitios arqueológicos, son uno de los lugares más visitados por millones de turistas maravillados con la historia de México, y cada año, reciben a estos viajeros que buscan conocer los vestigios de las antiguas civilizaciones que dieron inicio a la historia del país.

En esta ocasión vamos a escalar hasta lo más alto de las montañas, para adentrarnos en la fascinante historia de uno de los sitios arqueológicos más entrañables de México, para conocer sobre el pasado de este maravilloso lugar, dedicado al dios Tláloc, la deidad de los cerros, del agua y la fertilidad en la antigua cultura Azteca.

Monte Tláloc, el templo más alto del mundo

Monte Tláloc, es un volcán inactivo ubicado entre los municipios de Texcoco e Ixtapaluca, en el Estado de México. En este lugar se encuentran los restos de un antiguo templo ceremonial considerado como un axis mundi, uno de los puntos de encuentro donde converge lo celestial y lo terrenal, un espacio importante dentro de la cosmogonía de las antiguas civilizaciones prehispánicas.

La cima de Monte Tláloc, se eleva hasta 4,120 metros sobre el nivel del mar, una de las nueve elevaciones más altas de México y que, en conjunto con el cerro Telapón y otros cerros cercanos, conforman el área de la Sierra de Río Frío, que a su vez forma parte de la famosa Sierra Nevada; uno de los lugares más visitados por los amantes del senderismo.

El Monte Tláloc, también forma parte del Parque Nacional Izta- Popo, considerado como uno de los primeros espacios en recibir el nombre de Reserva Natural en todo el país. Debido a su gran belleza y riqueza natural, Monte Tláloc fue un punto sagrado muy importante para los pueblos de la Triple Alianza, gracias a su cercanía con el Lago de Texcoco, así como por sus manantiales y ríos que provenían del deshielo.

La cima de Monte Tláloc, se eleva hasta 4,120 metros sobre el nivel del mar/Foto: hablemosdevolcanes

Este espacio fue vinculado religiosamente a la deidad Tláloc y para honrarlo, los pueblos nahuas se dieron a la tarea de edificar una calzada de 150 metros, que llega hasta un templo ubicado en la cima de este monte. Estos vestigios arqueológicos datan de los años 300 a 350 después de Cristo y es considerado como uno de los templos ceremoniales con mayor altitud en todo el mundo.

La altura de este lugar, sumada a la zona centro de México, lo convierten en el yacimiento arqueológico de mayor altura en toda Mezoamérica y entre sus peculiaridades se destaca que, en fechas cercanas al 12 de febrero, se puede observar desde la cima, el amanecer entre el Pico de Orizaba y la Malinche, generando el efecto de una montaña fantasma, que se ubica entre ambos volcanes.

Estos días donde se puede apreciar este particular fenómeno natural, coinciden a la perfección con el inicio del calendario mexica y, según investigaciones el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), además de ser un lugar sagrado de peregrinaje, Monte Tláloc fue un importante observatorio astronómico o tetzacualco.

Después de las peregrinaciones, este lugar era testigo de los rituales que se hacían, como una forma de atraer las buenas cosechas y mantener un equilibrio que permitiera estar en armonía con la naturaleza en toda la región de las comunidades indígenas que lo visitaban, un ritual muy importante para continuar con una vida abundante durante generaciones.

Entre estos maravillosos vestigios arqueológicos, se han encontrado también algunos petrograbados con imágenes de anfibios, serpientes, tortugas y algunos otros animales que están relacionados con el culto prehispánico a las deidades del agua, las tormentas y los ciclos de las estaciones del año. Un descubrimiento muy importante que puedes presenciar en tus paseos por esta zona.

Conocer el pasado de nuestro México a través de los viajes es una de las formas más placenteras de adentrarnos en las maravillas que tiene nuestro país y de conocer las huellas que dejaron nuestros antepasados, como una forma de expresión cultural, que nos forja una identidad como mexicanos y que nos proporciona además, momentos ideales para compartir con los seres queridos y muchas personas de todo el mundo.