AMARILLOS COMO EL SOL

¡Es hermoso! El campo de girasoles que debes conocer en tu viaje por Tamaulipas

Podrás admirar 300 hectáreas cultivadas con esta flor que siempre sigue la dirección del sol y comprar estas bellas flores

Campo de girasoles.Para amantes de las flores que siempre miran al solCréditos: pixabay
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Tamaulipas es un destino lleno de naturaleza, desde playas hasta montañas cubiertas de bosques y reservas como la de El Cielo que acogen una gran variedad de vida, desde diferentes variedades de insectos hasta anfibios reptiles y felinos, aunque existe un sitio hermoso y fascinante, un campo de girasoles que debes conocer en tu viaje por el estado y que te dejará con la boca abierta.

Este mágico lugar se encuentra a un costado de la carretera Tampico-Mante justo en la entrada del ejido Graciano Sánchez, a pocos minutos del centro del municipio de González. Aunque no es en cualquier temporada cuando estas flores que miran siempre al sol muestran su majestuosidad, sino cuando la temperatura y el clima les proporciona lo que necesitan para crecer y florecer.

Cuándo ver los campos de girasol en Tamaulipas

Desde mediados de noviembre los amantes de los girasoles puedan acudir al lugar para admirar los campos repletos de estas flores doradas y amarillas que se inclinan siempre en la dirección del sol, ahí podrás hacer fotografías cien por ciento instagrameables y admirar el emblemático Cerro del Bernal de fondo y donde se oculta el Astro rey al caer la tarde.

So 300 hectáreas sembradas con esta flor que alcanza hasta un metro de altura. Para ir debes contratar a un guía o hacer la ruta por tu cuenta, los campos se pueden visitar de lunes a domingo de 6:30 de la mañana a 6:00 de la tarde y el costo de entrada es de 20 pesos por persona, los niños menores de 5 años tienen ingreso gratuito.

Campo de girasoles en Tamaulipas. Foto: Pixabay

Si eres amante de la naturaleza es un sitio que debes conocer, los agricultores piden que tengas respeto por la naturaleza y no tires basura ni maltrates las flores. Debes caminar solo por los senderos sin dañarlas o pisarlas. A la salida del lugar también puedes comprarlos para llevarlos a casa. Ya sea en maceta o para regalar un ramo de ellos.